Palabra de Vida y Esperanza #22
¿En quién tienes tus fuerzas? En tiempos cuando todo cambia, todo se mueve. Todo lo que es susceptible ha sido removido. Si tu fuente de seguridad emocional depende de una persona se puede ir. “Bienaventurados los que lloran porque ellos recibirán consolación”. Dichoso, feliz, aquel cuyas fuerzas están en Dios.
Atraviesan el valle de lágrimas y lo convierten en fuente. No es que no tienen problemas, no es que el dolor y sufrimiento les tocan, pero, son capaces de pasar el valle de lágrimas y convertirlo en fuente. Lágrimas por personas que nos devuelven mal por bien. Lágrimas por problemas familiares, matrimonio, seguridad, ponle nombre. Lágrimas por nuestros propios pecados.
Aquellos que viven fundamentados en Dios cambian el valle de lágrimas en fuente. ¿Cómo se cambia un valle de lágrimas en fuente? La única manera de convertir el valle de lagrimas en fuente, en manantial es atravesándolo.
A veces el valle son malas decisiones. Decidir si te vas a estacionar o lo vas a atravesar. Solamente cuando eres capaz de atravesarlo entonces lo cambiarás en una fuente de progreso y madurez. Planeamos algo y termina mal, no resultó como esperábamos, nos frustramos, fracasos, son valles de lágrimas.
Experiencias, circunstancias que no podemos manejar, nos alejamos de Dios, valle de lágrimas. No nos estacionamos en el sufrimiento, atravesamos el valle. Estacionarse en cosas del pasado nos cógela, nos paraliza. El que cambia las lágrimas en fuente es gente que atraviesa, camina dando pasos de fe dirigidos por el Señor.
Esas experiencias dolorosas del pasado que sean un aprendizaje, conviértelo en un trampolín. No te petrifiques en esa experiencia y eternices el valle de lágrimas. ¿Eres de los que atraviesan o de los que se estacionan? Lo contrario a atravesar es obsesionarse con algo o con alguien. No es el trastorno obsesivo-compulsivo. Obsesión (latín)= sitio, asedio, sentarse.
Cuando tu y yo nos sentamos, nos estacionamos en algo que ya ocurrió y te quedas allí obsesionado con eso, produce un detente. Te estacionas en el valle de lágrimas. Noviazgos enfermizos pero, continúan. Dicen: “Es que le amo”. No es amor, es enfermedad. Si se dejan, se enganchan con gente igual. Siguen con el primer amor estacionados en el pasado.
A causa de los que les ha tocado sufrir se victimizan (auto-compasión). Siguen estacionados, agarrados de los buenos recuerdos, que ya no están. Todo tiempo pasado es mejor. Hipotecan su presente y su futuro. Lustran el bronce de los próceres.
A causa de los que ha tocado sufrir a sí mismos son incapaces de perdonar y perdonarse, con culpa. Ellos no se perdonan. Incapaces de superar el fracaso se victimizan (auto-compasión). Estacionados en el valle de lágrimas.
Si te estacionas mal te ponen un ticket o le ponen un cepo, unas cadenas al auto y te lo llevan. Algunos con cadenas, con cepo hacen años, no han sabido atravesar el valle. Como el carro cuando se lo llevan, inmovilizados, pagando multas por cosas que ya pasaron. Dejar la obstinación, obsesión, cruzar el valle de lágrimas y convertirlo en fuente. Sigues llorando por lo que te hicieron.
¿Cómo convertimos el valle de lágrimas en fuente? No nos estacionamos en la herida, ni en el que nos hirió. Pasemos del dolor al perdón. Si no perdonamos al que nos hirió seguiremos estacionados.
Hebreos 12:15 “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios, que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe y por ella muchas sean contaminados”. Atravesando el valle de lágrimas cambiándolo en fuente de restauración por medio del perdón.
No te estaciones en el fracaso. Pasas del fracaso al cambio. Si no cambias te quedas estacionado.
Cambiamos – Fuente de Victoria. Prosigo para ver si logro. Filipenses 3:13- Tú sigues llorando (Auto-compasión).
¿Cómo conviertes el valle de lágrimas en fuente? En vez de victimizado, pasas a la madurez de no estar centrado en ti mismo. Cada vez que estamos centrados en nosotros mismos volvemos al pecado original. Madurez – Deja de ser el niño. “Que no me amaron”. “Pobrecito yo”.
¿Cómo convertimos el valle de lágrimas en fuente? No nos estacionamos en la baja tolerancia a la frustración.
No te estaciones en la culpa. Pasa a la gracia de Dios. Si no nos perdonamos como Dios nos perdona, la culpa nos imposibilita para ver el futuro. Acepta HOY la Gracia inmerecida, Su perdón maravilloso. Atravesamos el valle de lágrimas.
Ej. David – Consecuencia de su pecado. Su hijo murió. Después que el niño murió le pusieron pan y comió. ¿Por qué? Le preguntaron. Oré, ayuné, cuando estaba vivo. Dio vuelta a la página de su vida de dolor. El valle de la culpa se convierte en fuente de gracia.
No te estaciones en el pecado. Pasamos de la rebeldía a la obediencia. “Vete y no peques más”. Tu vida en las manos de Dios. El hará todas las cosas para tu bien.
Nos obsesionamos, estacionamos, pecado, obstinación. 1 Samuel 15:23 “Porque como pecado de adivinación es la rebelión y como ídolos e idolatría la obstinación. Obstinación similar a la idolatría. ¿Por qué es similar? Esa persona, esa experiencia, ese trauma se han convertido en tu Dios. ¿Por qué? Controlan tu vida, manejan tus estados de ánimo. Dios no te salva para que sigas en el valle de lágrimas. Atravesándolo el Señor nos llena de poder y entramos a nuevos niveles del poder de Dios.
¿Cómo atraviesas el valle de lágrimas cuando los pensamientos vuelven? Cuatro letras (R)
· Reprender. El enemigo te quiere estacionar en el pasado.
· Renunciar a la obstinación y obsesión. Escapa por tu vida. No mires detrás de ti, le dijo el ángel a Lot.
· Renombrar. No vas a llamar pérdida a lo que Dios llama ganancia. No más crisis. Dios lo llama oportunidades. Fuiste abusado y vives con culpa y vergüenza. Entiende que Dios no provocó eso. Dios lo toma y lo convierte en un algo nuevo y lo torna para bien. Sufrimos para experimentar perdón, amor, consolación.
Sanidad= Consolar a otros con la misma consolación con que fuimos consolados. Aquello horrible, traumático, feo, de pronto se convierte en mi mejor don. Ese dolor lo renombró y lo llamó don.
· Re-enfocar tu vida. Re-dirigir tus pensamientos hacia tu futuro. Olvidándome de lo que quedó atrás, el pasado. No se dieron las cosas como esperabas, te estás perdiendo lo mejor de Dios. Re-oriéntate hacia tu futuro. Señor, dame un nuevo proyecto de vida. Oro y recibo revelación. Escribo, el plan es importante escribirlo para que al ir dando pasos puedas ver lo que estás alcanzando. Recuerda tú y Jesús son mayoría para hacer grandes cosas para el Reino. Camina hacia el futuro. Señor muéstrame tu propósito; para qué estoy en este mundo.
Este tiempo es uno diferente pero con Dios podemos atravesar este valle de lágrimas y ver esa gracia y manantial del cielo que vendrá para todos.
¡Atraviesa el valle de lágrimas!
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