Adoradores del desierto

El trayecto del pueblo de Israel en el desierto pudo haber sido dos meses. ¿Por qué duró 40 años? Dios pudo haber hecho que mi hijo naciera sin esa anomalía en sus pulmones.

Una crisis muy fuerte después de haber trabajado toda la vida. Un hombre que hizo un imperio y de momento tuvo pérdidas, pero al fin vivía con lo justo pero, no maldijo a Dios.

Alguien necesita oír esta Palabra. ¿Por qué los desiertos están allí? Aun cuando Dios decide llevarse a alguien de tu familia. Todos hemos visto un ser querido adelantarse a la eternidad.

El 4 de enero de 2007. Lori decidió acudir junto a su mamá y los niños a un Centro Comercial para festejar el cumpleaños de Kyle. Lori acomodó los niños en el automóvil en la parte de atrás y comenzó a conducir. Pero, un camión embistió el auto, convirtiendo la parte trasera en una chatarra de hierro.

Los miembros de la familia tuvieron que ser reportados en tres hospitales distintos. El papá Chris Coble estaba en el trabajo cuando recibió la terrible llamada. En cuanto llegó al hospital donde estaba Lori, su esposo, le dijeron que Katie y Emma habían fallecido. Chris salió corriendo del hospital en donde estaba su hijo Kyle, pero el cerebro del niño no estaba recibiendo oxígeno y tuvieron que desconectarse de las máquinas. “Puse mi mano sobre su pecho hasta que su corazón dejó de latir”, relata el papá de los niños.

Dos días después tuvieron que enterrar sus hijos pero, lo más difícil fue volver al hogar. La quietud de la casa les atormentaba. Vivían encerrados y se iban a la parte de atrás de su casa para no tener que escuchar a los niños de los vecinos jugando al frente. Lori y Chris hicieron un pacto, no se podían dejar vencer por la tristeza y debían ser fuertes el uno para el otro.

Tres meses después del accidente decidieron de tratar de tener más hijos. Lori quedó embarazada y recibieron una noticia asombrosa, iban a tener trillizos. Eso no es todo, los trillizos serían dos nenas y un niño, justo como sus hijos fallecidos.

Los hijos Coble nacieron casi un año después del trágico accidente: Ashley, Ellie y Jake. No importa cuán grande o devastadora sea una tragedia, siempre habrá una esperanza que las cosas van a mejorar. Aunque todo parezca perdido no hay que darse por vencido.

Vivir el dolor de las penas sin permitir que opaque el brillo de las alegrías, es lo importante. Los trillizos no han sustituido a nuestros hijos que se nos fueron. Nos ha llevado años de sobreponernos al dolor. Pero, son tres bendiciones desde el cielo. Pero, Dios no deja solo a nadie.

¿Por qué los desiertos? ¿Por qué pasó lo que tuvimos que pasar? Los adoradores, los que adoraron al Señor en espíritu y verdad, se forjan en las crisis. Nunca se forjan en los oasis o en la quietud. Siempre se forjan en las crisis.

Es fácil adorar y alabar a Dios cuando todo va bien en nuestra vida. Pero, cuando viene el dolor, cuando tenemos que caminar por desiertos, ya sea de enfermedades, crisis financieras o la partida de un ser querido, y desde esos desiertos alabar a Dios sin reclamos, sin quejas, sin dolor.

¿Por qué el desierto? Dios levanta un pueblo adorador en el desierto. En Éxodo 14:1-4 dice: “14 Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2 Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar. 3 Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado. 4 Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así”.

Después de tantos años de esclavitud, frente al mar. Faraón se arrepiente de haberles dejado ir. Celebrando y se acercan cientos de jinetes, seguido por legiones de infantería a perseguirlos. De una posición de alabanza se convierte en queja. Clamaron, gritaron y decían: ¿Qué gente tan desagradecida? Señor ¿por qué en el hospital? No te estoy criticando.

El pueblo se quejó. Ahora no hay adoración. Ahora hay quejas. Dios se ha propuesto generar en ellos, un pueblo adorador. En Ángel de Jehová se apartó de ellos y se puso detrás del campamento. Israel veía una nube de día y una nube de fuego de noche.

Egipcios veían tinieblas y no podían avanzar. Un ángel pasado entre el enemigo y el pueblo de Dios. Uno a veces cree que está solo en el desierto, en medio de la tormenta. Sea que Dios te envía al desierto, al hospital, a la cárcel, a la quiebra financiera. Te sientes solo.

El Espíritu Santo quiere que te diga esto; el Ángel de Jehová va a estar entre ti y el enemigo, y la tormenta. El enemigo no puede tocarte. Había un ángel allí en medio. Faraón ya está allí; no te permito que lo toques. El médico dice “no hay probabilidad”. El juez no hay posibilidad.

El enemigo no puede tocarte. El ejército enemigo vociferaban. El ángel un guerrero con una espada. Columna de fuego. El enemigo no te puede tocar. El enemigo le decía “volverán a ser esclavos, Faraón está muy enojado”.

Una noche terrible, de esas que todos alguna vez pasamos. Estoy triste, estoy deprimido. Recordemos que aún en los peores momentos, cuando nos sentimos solos, siempre el Ángel de Dios estará parado entre nosotros y el enemigo.

Entre la salida de Egipto y la toma de Jericó pasaron 40 años. Jericó tenía que ser adoradores para derribar los muros. Mucho tiempo después fueron llevados cautivos en Babilonia (Salmo 137).

Tierra extraña. ¿Serás capaz de adorar? Aun cuando no sabemos lo que va a pasar. Adora a Dios. Adora Su Presencia. Salgas de tu crisis. Señor, no me gusta esta enfermedad. Me duelen las coyunturas. Este cáncer que me han diagnosticado.

Señor si me sanas o no, te voy a adorar. Si aún no me bendijeras financieramente te voy a adorar. Aún en medio de las crisis, pruebas, circunstancias, momentos duros. Esforzaos, sé valiente.

Los pueblos que se forjan el desierto saben adorar. Josué dijo: Moisés ha muerto. El anuncio de una etapa que se terminó. El Espíritu Santo me dice: “No detengas tu adoración”. No te rindas mamá, papá. Tus hijos no serán del enemigo, nunca lo serán. Pelea por los que amas, no se perderán. Lucha por tus sueños. “Aunque se tardare, espéralo porque sin duda vendrá”.


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