Palabra de Vida y Esperanza #27
En Isaías 26:3-4 dice: “3 Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.4 Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos”.
Muchos miran el mañana, el futuro, con inseguridad. Tu futuro está en la gloria de Dios. Este te da garantía, que es posible caminar con seguridad.
En Isaías 30:21 dice: “21 Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda”.
Dios quiere guiarnos, orientarnos. Nosotros caminamos y Él es el que nos guía. En Isaías 48:17 dice: “17 Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir”.
En el Salmo 32:8 dice: “8 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos”.
Tres verdades bíblicas en la misma dirección:
- Te haré entender.
- Voy a afectar tu cerebro, tu mente; te enseñaré.
- Voy a fijar mis ojos en ti.
Para caminar seguro:
1. Hay que cambiar el fundamento. Es saber sobre qué edificamos. No edifique sobre la arena. Edifica sobre la roca. Si no tenemos un buen fundamento no vamos a tener seguridad. Que podamos ver el hoy, el mañana y la eternidad. Cuando tenemos un buen fundamento, vamos a ir bien, aunque tengamos problemas y dificultades.
Si te dejas envolver por el ambiente, te llenas de incredulidad, no hay confianza en el Señor. Nuestro camino no es el de la tensión, preocupación, ansiedad, incredulidad. Es el de la fe, la esperanza.
Contigo está Aquél que te dice: “Estoy contigo y puedo resolver cualquier situación. Sin Dios no podemos. Con Dios todo lo puedo. No voy a permitir que la ansiedad bloquee la fe en Dios.
Dos garantías para caminar en inseguridad:
o Tienes un fundamento correcto y firme.
o La Palabra.
Tienes herramientas de defensa contra toda amenaza. En el Salmo 43:5 dice: “5 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío”.
¿Sientes que hay tristeza, perturbación? El Señor te dice: ¿Por qué te turbas? Si el Señor es mi protección, yo estoy protegido. Mi intelecto emociones, no tienen la respuesta, está amenazado. El Espíritu le va a decir al alma y al intelecto: “No te turbes. Dios está contigo, espera en El”.
Cambia el fundamento de duda e incredulidad en confianza. En el Salmo 34:19 dice: “19 Muchas son las aflicciones del justo,Pero de todas ellas le librará Jehová”. Tu esperanza no puede estar en tu familia, en el gobierno, tiene que estar en Dios.
En el Salmo 107:28-29 dice: “28 Entonces claman a Jehová en su angustia, Y los libra de sus aflicciones. 29 Cambia la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas”.
El Dios que gobierna tiene la capacidad de cambiar las circunstancias. En Jeremías 1:5 dice: “5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”. No ha nacido Jeremías y ya Dios tiene propósito. Si vives inseguro cambia tu fundamento.
El fuerte hace inventario de sus temores. No deja que el temor lo derribe. Determina enfrentar el temor.
No temas:
Salmos 3:6 – “6 No temeré a diez millares de gente, Que pusieren sitio contra mí”.
Salmos 23:4 – “4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento”.
Salmos 27:3 – “3 Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado”.
Salmos 46:2 – “2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar”.
Salmos 91:5 – “5 No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día”.
Isaías 41:10 – “10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.
Isaías 43:1 – “43 Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú”.
Isaías 43:5 – “5 No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré”.
Isaías 54:14 – “14 Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará a ti”.
Jeremías 1:8 – “8 No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová”.
Apocalipsis 1:17-20 – “17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; 18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades. 19 Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas. 20 El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias”.
2. Cambia tu orientación. Debe salir de la autosuficiencia. En Isaías 48:17 dice: “17 Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir”. Si caminamos en la orientación correcta nunca perderemos nada.
- No es posible llegar al destino sin Dios.
- No es posible llegar al destino sin disciplina.
- No es posible llegar al destino sin obediencia.
- No es posible llegar al destino sin entender el propósito.
Cambie de orientación incorrecta. Colóquese en la orientación correcta y ponga en su vida los Principios del Reino. Si usted obedecer a la Palabra y la aplica, ella está a su favor.
No importa en qué circunstancias te encuentres, y lo complejo que sean, la Palabra de Dios dice: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
3. Caminar en el tiempo de Dios. Yo tengo un tiempo “Kronos”, minutos, horas, días, semanas, meses, años. En el tiempo de Dios, el “Kairós”, un día es como mil años y mil años como un día. Si vives en el “Kairós de Dios todo cambia.
Si estamos en el tiempo de Dios se cumplirá lo que dice Isaías 3:10 dice: “10 Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos”.
En cualquier lugar, tiempo te irá bien. ¿Por qué? Porque estás viviendo en el “Kairós” de Dios. Cuando la crisis afecta, tengo semilla de garantía.
El Profeta Elías le preguntó a la viuda de Sarepta: “¿Qué hay en tu casa? Tu sierva no tiene nada. Solo un poco de aceite y harina”. Si a ti te queda poco todavía te queda algo. No basta que queda algo, el algo tiene nombre. Aceite y Harina.
- La mujer viuda en tiempo de Eliseo solo tenía un poco de aceite.
- Discípulos en el desierto.
Cinco panes y dos peces. Poco se llama cinco panes y dos peces. Poco, es algo. Ese algo tiene nombre. No lo ignores, tiene nombre. Ahí hay poder. Yo no puedo explicar cómo un poco de aceite llena muchas vasijas.
Lo que detuvo fue la falta de vasija. Estás en el “Kairós” de Dios. Tu poco no es poco. Tu poco es fuente. A los ojos de los demás ella no tenía nada. El cielo dice: “Se equivocó, ella lo que tiene es fuente”. ¿Por qué? Dios no está sujeto a las limitaciones que nos impone el tiempo lineal.
El prefija los tiempos. Caminemos en el tiempo de Dios. En la hora más oscura te ocurrirán cosas extraordinarias. En el Salmo 31:15 dice: “15 En tu mano están mis tiempos; Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis
perseguidores”.
En tu mano están mis tiempos. En el “Kairós” de Dios todas las cosas son ahora. En Dios no hay ayer. Encontrando el hoy encuentras tu futuro. Quiero vivir en el ahora de Dios porque ocurren cosas extraordinarias. De repente, cosas simples, pero tienen trascendencia por el “Kairós”.
Experiencia en el aeropuerto. Dios le dice: “Dale”. Le dio todo lo que tenía $400.00. Cuando llegó al otro lado, alguien que le había escuchado, esa noche Dios le habló que le diera $5,000.
En el “Kairós” tú funcionas respondiendo a Dios y Dios te responderá a ti. Estás en el tiempo de Dios. Lo que tú hagas para El provocará que el cielo haga para ti. Antes de que vuelvas a tomar de tu fuente, yo la voy a multiplicar.
Estás en un tiempo profético. Todo es ahora. Aun cuando hallas perdido el ayer, encuentra tu ahora y tu futuro en El. En Isaías 46:10 dice: “10 que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero”.
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