Palabra de Vida y Esperanza #36
Una crisis produce gran incertidumbre en todos. ¿Cuál será nuestra actitud ante la crisis?
La primera actitud ante la crisis es la queja. William Sangster era un hombre con distrofia muscular progresiva, pero que sirvió al pueblo inglés con nobleza. Le llamaron el hombre de los cuatro propósitos:
- Jamás voy a quejarme.
- Voy a poder mantener mi luz siempre brillando.
- Voy a ganar mis bendiciones.
- Voy a transformar mis pérdidas en ganancias.
La segunda actitud es la resignación. “Re” significa “Volver”. “Signar” significa “Marcar”. Resignación es negarse a dejar la marca, el sello. Negando la realidad, negando el cambio.
Habacuc ve a los menospreciadores pero, la resignación no cambia la realidad. Cuando el profeta ve la corrupción, la iniquidad, la violencia, la inmoralidad, la destrucción de su sociedad se queja, pero luego se dispone a oír la voz de Dios.
Habacuc 2:1-4 dice: “1 Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja. 2 Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. 3 Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.4 He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá”.
En lugar de quejarme y resignarme voy a buscar a Dios. ¿Cuál es la respuesta antes la crisis? Dios involucra al profeta como respuesta. En Habacuc 2:2-3 dice: “2 Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.3 Aunque la visión tardará aún por un tiempo, más se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.
Habacuc 2:1-4
2 Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja. 2 Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. 3 Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. 4 He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.
El verso 2 dice: “Jehová me respondió”. Dios siempre contesta. El ha dicho: “Clama a mí”. “Invócame en el día…”. “Aquel cuya alma no es recta se enorgullece…”. “El justo por la fe vivirá”. Es fácil tene fe cuando la respuesta llega en el momento. El hombre de fe, aunque no vea nada sigue confiando y esperando.
1- Sunamita
2- Elías
3- Jehová reina
Tu fe no depende de lo que El pueda hacer. Tu fe depende de lo que Jesús ya hizo. El secreto de la vida cristiana no es que El me resuelva todos mis conflictos sino glorificar a Dios en medio de mis conflictos. Pongo mi fe para alabarle a El en medio de mis conflictos.
Los tres jóvenes hebreos decían: “El Dios al que servimos puede librarnos, pero si no nos librare tampoco adoraremos tu estatua”.
No le sirvo por lo que El me puede dar, sino porque El es Dios. Le sirvo a Dios no importando las circunstancias. Subir el nivel de tolerancia a la frustración, la capacidad de absorber luchas, problemas, sin desesperarte, desplomarte ni colapsarte.
El cristianismo, un alto nivel de tolerancia a la frustración. Una de las maneras que Dios va a medir tu fe es con fuego, con luchas. No siempre puedes tener lo que quieres. Dios propicia problemas para ayudarte. Las circunstancias son para ayudarte, no son para limitarte.
Debemos mantenernos fijamente en que es el Señor el que está en control. La razón de Dios de concederme lo que le pido es siempre mayor que la razón mía de pedirlo. En vez de por qué, pregunta: ¿qué tu quieres que yo haga con mi soledad?
Cristo no vino a eliminar todas las crisis sino a capacitarnos para que nos podamos mover a través de las dificultades de un modo que profundice nuestra vida y aún más que la enriquezca.
Crisis en chino son dos palabras que juntas significan “crisis”. Pero cada una de esas palabras aparte significan: “peligro-oportunidad”. El justo por la fe vivirá. A veces Dios nos da victorias librándonos de circunstancias. A veces Dios nos da victorias dentro de ellos.
En el Salmo 55 dice: “¿Quién me diese las como de palomas? volaría y descansaría”. No es escapar, ni racionalizar. Es reconocer, es aceptar, es llorar, morir. En medio de su depresión, huir y escapar, buscar descanso en la soledad, desierto. Las presiones nos dan deseos de huir.
En el verso 22 fue encontrado por el Señor. “Yo clamé a ti y tu me salvarás”. Todo conflicto bien encarado produce crecimiento. Todo conflicto que se le huye produce vacío.
David no se quedó en la depresión. Tarde y mañana y al mediodía a ti oraré. No hay situación que El no pueda ayudarte. No es sacarte, es llevarte a través de. La promesa y el secreto no es que no sufras o no tener luchas.
La victoria tuya y mía es El llevarte de la mano, aunque ande en valle de lágrimas. Si hay que pasar por ese valle de lágrimas, “No temeré”.
Cumple tu función como profeta y entonces estarás cambiando la realidad. La Palabra crea nuevas realidades. La tarea profética era denunciar los “Ayes”:
· Ay del corrupto.
· Ay del que permite que la inmoralidad entre a su casa.
· Ay del codicioso de ganancias deshonestas.
· Ay del que edifica la ciudad con sangre.
· Ay del idólatra.
Pero, en medio de toda la denuncia proclama la visión y también anuncia. En Habacuc 2:14 dice: “14 Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar”.
Hay dos grupos de personas:
Primer grupo – En Habacuc 2:4 dice: “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá”. Los soberbios que terminarán sufriendo las consecuencias de su soberbia. El mundo, las naciones, las personas que se enorgullecen y viven de espaldas a Dios, cuyas almas no son rectas, cosechan de su soberbia y sufren las consecuencias de su altivez y falta de rectitud. Les viene el quebrantamiento y la caída. En Proverbios 16:18 dice: “18 Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu”. Y el que se enorgullece es porque su alma no es recta.
Segundo grupo – Es el de los justos. Los justos por la fe vivirán. No vivimos por vista sino por fe. En Habacuc 2:4 dice: “… mas el justo por su fe vivirá”. No vivimos por lo que dicen las noticias, ni por lo que sucede con la bolsa de valores, ni por lo que determine el Tribunal Supremo.
No sujetamos nuestras vidas a las decisiones de los gobiernos, porque nuestro futuro está marcado por Jesucristo. Los justos vivimos por la fe. No ignoramos los datos de la realidad. Al contrario, estamos bien informados porque los tiempos de crisis son tiempos de tomar decisiones. Pero, no vivimos de las malas noticias, sino que vivimos por la fe.
En Habacuc 3:17-18 dice: “17 Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; 18 Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación”.
Cuando estás afirmado en Dios y caminas por fe sabiendo que tienes la salvación y la protección asegurados, comienzas a andar en tus alturas y cumples tu misión en la realidad. En Cristo yo soy justo, y el justo vive por la fe. Así que vivo por la fe en mi Dios. Él es mi apoyo, creo y vivo creyendo que ante cualquier situación, crítica a mi vida, yo tengo al Dios de mi salvación.
Por eso, no importa la crisis que estés pasando, ¡No temas! Dios tiene un trato especial contigo. Los justos que viven por la fe, cosechan el fruto de su confianza en Dios. Se apoyan en Aquel que está por encima de cualquier crisis y entonces cuando lo que tiene que florecer se marchita y lo que tiene que dar fruto es yermo, y lo que tiene que producir es improductivo y lo que nos daba confianza desaparece, nosotros igual nos alegramos y nos gozamos porque sabemos que somos hijos y que nuestra provisión viene del Altísimo.
¿Por qué? En Habacuc 3:19 dice: “Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar. Al jefe de los cantores, sobre mis instrumentos de cuerdas”. La fortaleza era la muralla que rodeaba la ciudad y la defendía. Tu fortaleza es el Señor. Él es escudo alrededor de tu vida. Es castillo fuerte, es una fortaleza segura ante el ataque del enemigo.
Nos gozamos y nos alegramos porque el Señor es tu fortaleza. “Dios hace tus pies como de ciervas”. La cierva es una animal veloz, rápido, que escapa de cualquier peligro, que salta sobre los obstáculos. El Señor te da la habilidad, la velocidad, para tomar decisiones y saltarás por encima de los obstáculos y las dificultades.
No importa la crisis por las que atravesamos y el peligro que estamos enfrentando hay un milagro de Dios para tu vida y la nuestra, porque el Señor es nuestra “Él te hace andar en tus alturas”. Dios no quiere que vivas ni camines en el mismo nivel de la crisis. Sino que El quiere que camine por la fe andando en las alturas.
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