Palabra de Vida y Esperanza #31
Que nos abra los ojos a lo que está ocurriendo en el ámbito espiritual. Quite la venda de los ojos naturales para ver el ámbito espiritual. Ojos para ver la necesidad de la gente. Que nos quite la mente de la mediocridad.
El Espíritu Santo da discernimiento de espíritus. Tienes ese regalo, un velo se quita de los ojos, conoces el corazón de la gente, según tu comunión con El. No firmas contratos que no tienes que firmar. No te sientas en la mesa con quien no te tienes que sentar. No haces un viaje que no tengas que hacer. No aceptas una invitación que no tengas que aceptar.
Este poder se lo da a la iglesia, discernimiento. Muchos no saben que lo tienen. Si tú me preguntas a mí; todo lo que el enemigo maquine contra ti, yo te lo voy a revelar para que lo avergüences. Cuando no le hago caso a esa voz, tienes problemas. Con quien emprendes un negocio, con quien te asocias.
En el 2001 Dios le reveló a David Wilkerson: “Viene un momento oscuro para esta cuidad de New York, y para el mundo. Dos semanas después fue el 11 de septiembre. 34 personas de la iglesia de Wilkerson no fueron a trabajar. Nada de lo que ocurre, ni las crisis financieras nos deben sorprender.
El Rey de Siria planificaba algo, Dios se lo revelaba al Profeta Eliseo. El Rey de Siria pregunta quien estaba a favor del Rey de Israel y uno le dijo que el Profeta Eliseo le decía todo al Rey. El Rey de Siria dijo: “vamos a rodear la casa de Eliseo, lo voy a matar”. Nunca más éste le dirá al Rey nuestros planes.
En el verso 14 habla de que cercaron la ciudad. La estrategia más antigua del enemigo, es rodearte, no tienes salida. El cielo está abierto, Dios te dice: “Yo estoy contigo”. En el verso 17 narra que por la mañana Giezi, el criado de Eliseo se levantó para salir, vio un ejército con caballos y carros que rodeaban la casa. Giezi dice: ¿Qué vamos a hacer? Eliseo dice: “los que están con nosotros son más. Tranquilo, nuestro ejército es más grande, pero, él no veía nada”.
Decirlo es una cosa, creerlo es otra. No lo crees hasta que se abran los ojos. Cuando los ojos naturales no pueden ver todo es oscuro. “Ábrele los ojos para que vea”, dijo Eliseo. Giezi vio carros de a caballo y de fuego, alrededor de Eliseo.
Cambia la perspectiva cuando puedes ver el mundo espiritual. Cuando Abraham despidió a Agar y su hijo de la casa con un odre de agua al desierto, Dios estaba para convertir un odre de agua en una fuente permanente. En el desierto se mueren los rebeldes, pero, los obedientes se gradúan y llegan a ser hombres y mujeres de éxito.
Agar aprendió como madre soltera a enfrentar adversidades y vencer. Dios cambió el desierto de Agar. Llorando no tenía pan y agua y Dios le abrió los ojos y le puso una fuente en el desierto. Mi presencia contigo. Estoy ahí. Estoy en la corte, frente al juez, cuando pase tu caso, hablándole al juez. Jesús pasa y ve un ciego de nacimiento dando voces diciendo: “Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí”.
Los discípulos se preguntaban: Por qué está ciego? Quién pecó, éste o sus padres? Los discípulos estaban más ciegos que el ciego. Jesús tomó lodo, se lo puso en los ojos y lo mandó a lavarse al estanque. Este no es el que estaban en la esquina? 30 años el ciego en la esquina, y cuando se presenta nadie lo conocía.
Los religiosos decían: “esto no puede hacerse en el día sábado”. El hombre dice: “no sé, se que antes estaba ciego y ahora veo”. Ciegos a la necesidad de la gente. Jesús vio a Zaqueo subirse al árbol. Vio a una mujer dando su ofrenda. Dios abre los ojos no solo para ver la protección sino para ver la necesidad de la gente.
Se le abren los ojos a Giezi. Ahora ciegan a los enemigos. Los sirios ciegos. Muchachos están en el lugar equivocado, los voy a llevar, y los puso en el medio de la Plaza de Israel. Señor, ábreles los ojos. Se vieron rodeados por Israel.
Dios te va a abrir los ojos a lo sobrenatural, a su protección. Dios va a cegar a los que quisieron hacerte mal. Que el velo se corra para que ocurran milagros en tu vida. Los enemigos abren los ojos y se ven en medio de Samaria. El Rey de Israel le dice a Eliseo: “los mató?”. No los mates, dales de comer y envíalos de nuevo al Rey de Siria. El Rey hizo un banquete y comieron y se fueron.
Nunca más los sirios volvieron a atacar a Israel. Por qué le dieron de comer? David decía: “Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores”. El Señor no va a castigar a tus enemigos. Te va a bendecir delante de ellos. Te va a honrar delante de ellos. Los que no creyeron en ti, te subestimaron, te vituperaron, se rieron de ti, van a decir la gloria de Dios está sobre ti.
Aderezas mesa = preparar una mesa delante de tus angustiadores. Cierra los ojos naturales. Deja que el velo se corra, y abre los ojos espirituales. Mira lo que Dios puede hacer. Cierra los ojos a tu razonamiento y abre los ojos al Espíritu. Vas a ser transformado y verás lo que Dios va a hacer en tu vida, en tu familia.
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