Apoyado sobre la vara

Hebreos 11:21 “21 Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón”.

¿Qué hizo que Jacob estuviera en el salón de los hombres de fe? Antes de morir dijo: “Adoró, apoyado sobre su vara”. En el momento de su muerte, tuvo fe y confianza en el Señor. Antes de pasar a la eternidad profetizó el destino de sus hijos. Pero, hay algo más: “Se apoyó sobre su vara”. La vara era un bastón.

En aquel tiempo no había transportación. Todo el mundo caminaba, se abría camino, se apoyaba, sostenido, recostado sobre su vara. También la vara era para defenderse de los animales y las fieras.

Cada hombre tenía su vara, era especial. Los hombres en sus varas, escribían los eventos trascendentales de su vida. Era como un libro de memorias. Era escrita de arriba hacia abajo.

En la vida de Jacob hubo cuatro eventos especiales:

El Primero fue: El lugar de Formación. Nació con un hermano gemelo y eran fraternos. Jacob salió agarrado de su hermano. Amaba la bendición aunque no había tenido un encuentro personal con Dios. Se disfrazó de su hermano Esaú para obtener la bendición.

Todos comenzamos en el lugar de la formación. Todos vinimos necesitando algo, buscando la mano de Dios. Ahí su padre Isaac le dio la bendición. En Génesis 27:28-29 dice: “28 Dios, pues, te dé del rocío del cielo, Y de las grosuras de la tierra, Y abundancia de trigo y de mosto. 29 Sírvante pueblos, Y naciones se inclinen a ti; Sé señor de tus hermanos, Y se inclinen ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldijeren, Y benditos los que te bendijeren”.

Todo está escrito en la vara. Tengo la bendición del rebote. El que me bendiga bendito será y el que maldiga, maldito será.

La madre Rebeca, le dijo a Jacob te tienes que ir para aplacar la ira de tu hermano. Antes de salir, el padre, Isaac le dijo: “3 Y el Dios omnipotente te bendiga, y te haga fructificar y te multiplique, hasta llegar a ser multitud de pueblos; 4 y te dé la bendición de Abraham, y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que moras, que Dios dio a Abraham”. Génesis 28:3-4

Dios no te envió con las manos vacías. Marcó tus memorias para que te puedas apoyar.

El Segundo fue: Es el Paraje en Bethel, que significa Casa de Dios. En ese paraje se acostó sobre una roca. La roca de la Palabra. Te apoyas en la Palabra que Dios te ha hablado. El Señor le abrió los ojos. Recostarnos sobre la revelación de la Palabra. Vio una escalera que conectó la tierra con el cielo y ángeles que subían y bajaban.

Un sistema de bendiciones. Ángeles que suben y bajan. Aunque has estado en tiempos difíciles nunca se ha detenido la bendición. El Señor le hizo descansar sobre Su Palabra.

En Génesis 28:13-15 13 Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. 14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. 15 He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho”.

Todo está escrito en la vara. Dios te lleva para transformarte. Cuando regreses no serás el mismo. En los momentos de más incertidumbre, de más temor, miraba la vara, veía la promesa. “Porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho”. El problema nuestro es que nos desenfocamos de lo que el Señor nos ha dicho y nos enfocamos en las circunstancias.

En Génesis 28:18 dice: “18 Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella”. De todo lo que Dios me dé le voy a dar el diezmo. Jacob prometió hacer eso. Dios le habla y le manda a casa de su tío.

En toda nuestra vida hemos dado el diezmo, tanto en los tiempos buenos y en los tiempos malos. Es una expresión de nuestra confianza en El, nuestro Proveedor. Es una expresión de amor y fe y le decimos: “Dios confiamos en ti”.

En Proverbios 3:9 dice: “9 Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos”. Jacob prometió esto cuando no tenía nada.

En Génesis 32:9-10 dice: “9 Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien; 10 menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos”.

Hizo una promesa cuando lo único que tenía era una vara. Puso a Dios primero y Dios cambió las cosas para El. Dios lo bendijo.

El Tercero fue: PENIEL que significa el Rostro de Dios. Lugar de Transformación. Luego de 20 años de estar en casa de su tío Labán, Jacob fue traicionado, estafado y tratado injustamente, “pero Dios no le ha permitido que me hiciese mal” Génesis 31:7.

Génesis 31:7-13
7 y vuestro padre me ha engañado, y me ha cambiado el salario diez veces; pero Dios no le ha permitido que me hiciese mal. 8 Si él decía así: Los pintados serán tu salario, entonces todas las ovejas parían pintados; y si decía así: Los listados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían listados. 9 Así quitó Dios el ganado de vuestro padre, y me lo dio a mí. 10 Y sucedió que al tiempo que las ovejas estaban en celo, alcé yo mis ojos y vi en sueños, y he aquí los machos que cubrían a las hembras eran listados, pintados y abigarrados. 11 Y me dijo el ángel de Dios en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí. 12 Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho. 13 Yo soy el Dios de Bet-el, donde tú ungiste la piedra, y donde me hiciste un voto. Levántate ahora y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu nacimiento.

Quizás te trataron injustamente en tu lugar de trabajo. Te engañaron en un negocio. Tal vez perdiste mucho dinero. Las cosas parecen malas, “pero Dios no le ha permitido que me hiciese mal” Génesis 31:7.

Dios prosperó a Jacob a pesar de que Labán trató de engañarle. Tenemos que ver que Dios no cambió la situación de Jacob de la noche a la mañana. Fue a través de un proceso a lo largo de varios años.

La mayoría de las veces, su liberación, la historia de nuestra vida es el resultado de un proceso, no un evento. Me encantan los milagros que Dios hace pero, la mayoría de las veces es a través de un proceso. Cuando estamos al otro lado del proceso, algo a sucedido, hemos madurado, hemos crecido.

Dios no permitió que me dañaran. Pero, cuando estaba en el proceso debió sentir que lo dañaban. Le cambió el salario por diez veces. Cuando pasó el proceso, miró atrás y pudo decir: “Pero Dios estuvo conmigo”.

Hasta aquí Jacob conocía la mano de Dios. Dios quiere que le conozcas CARA a CARA. Lugar de quebrantamiento, de tribulación. El ángel luchó con él toda la noche y Jacob le decía: “No te dejaré si no me bendices”.

Génesis 32:24-28; 30 “24 Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. 25 Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. 26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. 27 Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. 28 Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel;[a] porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido. 30 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma”.

Jacob no quería rendirse. Primero rendirse, el ángel le tocó la cadera y automáticamente de rodillas. No te llamarás más Jacob: que significa “Suplantador, engañador, mentiroso”, sino que te llamarás Israel que significa: “Príncipe de Dios”.

Es el lugar de cambiar tu identidad. Yo no soy trapo de inmundicia, yo soy un Príncipe de Dios. En los momentos más difíciles lo que tenía que hacer era mirar la vara. Declara: “Soy un Príncipe y tengo autoridad de gobernar”. Tuvo un encuentro cara a cara con Dios. Apoyado en el Dios que le transformó.

El Cuarto fue: El ELOHE. En Génesis 33:20 “20 Y allí edificó un altar y le puso por nombre El-Elohe-Israel”. “Elohe significa el Dios de Israel”. Yo soy el Señor de la casa. No puedo hacer lo que quiera. Yo soy el Señor de la casa. Las cosas no pasan porque pasan, sino que son dirigidas por un Dios que tiene control del futuro.

Se apoyó en las promesas. Yo he confiado en ti y me apoyo en estas promesas. Me apoyo sobre la vara de las memorias. En la incertidumbre, apóyate en la vara de las memorias. No descanses en tu propia habilidad sino en lo que Dios te ha hablado.

En vez de renegar de lo que estás pasando, recuerda las promesas de Dios. La vara no es solo para apoyarse sino para defenderse. No te rindas. Saca la vara y éntrale a varazos al reino de las tinieblas. Lo que Dios dijo que iba a hacer contigo, lo va a cambiar.

Levántate en guerra contra las tinieblas. Está escrito en la vara: “Nadie te podrá detener, no importa quien se levante contra ti”. Cerca del cumplimiento el enemigo se levantará contra ti pero, no te vencerá porque el que está contigo es más poderoso.

Tal vez estas mirando la vara de sus memorias secas, estéril, aquellos sueños proféticos y perdiste la esperanza. Dices: “Esto nunca se va a cumplir”. Así mismo estaba la vara de Aarón: seca, estéril, desconectada.

Dios hizo un milagro para demostrarle a los que estaban a su alrededor de que en verdad había sido llamado. Moisés le dijo a Aarón: “Ponle nombre”. Ese es tu destino profético.

Ponle nombre a lo que Dios te ha hablado. Dios no ha terminado contigo. Lo que hizo Aarón suéltalo en la Presencia de Dios. Destino profético para que Dios se glorifique. No son mis habilidades, es tu Presencia.

Al día siguiente de haber colocado la vara en la Presencia de Dios, El hizo un milagro. Eso es un milagro en 24 horas. La vara profética de mis memorias va a reverdecer. Los que te han hecho la vida imposible tendrán que aceptar que tu vara profética era de Dios y no de los hombres. Un milagro de provisión para tu vida. Tu vara profética va a dar fruto.

Cuatro cosas que pasaron con la vara de Aarón:

En Números 17:8 dice: “8 Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras”.

  1. Reverdeció – “Parach” significa renovar, nuevo vigor, rompimiento hacia delante de todo lo que te aguantaba y detenía.
  1. Echó flores – “Perach” significa florecer, desarrollar, progresar, prosperar. Vas a progresar más de lo que había sucedido en 20 años.
  1. La vara arrojó renuevos, echó vástagos – Si echa renuevos es porque fuiste podado. Vas a dar más fruto. Renovar, restablecer, resurgir. La visión no está terminada. Ahora es que viene tu mejor momento. Cuando menos te lo esperes vas a echar vástagos. Vas a resurgir mejor que nunca. Ahora viene lo mejor.
  1. Produjo almendras – Eso es lo que Dios va a hacer. Engendrar, hacer, recompensar, pagar retroactivo, retribuir, premiar. Ahora viene mi turno. Vara profética de mi destino. Por todo lo que he pasado. La vara profética de tu destino pelea con ella. Ábrete camino, no te rindas.

No recordaré las cosas pasadas, ni traeré a memorias las cosas antiguas. Veo hacia las cosas nuevas que el Señor hará.
Saldrán a la luz incluso ahora ( Isaías 43:18-19)


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