Palabra de Vida y Esperanza #28
Romanos 4:16-18 (RVR1960)
16 Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros 17 como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. 18 El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.
Sigamos el ejemplo de la fe que Abraham tuvo.
Primer aspecto de la fe de Abraham – Fe obediente
En Hebreos 11:8 dice: “8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba”.
Dios no le da un mapa, tiene que dar un paso. Dios te dice: “Da el paso y yo proveeré. Te daré más guía, cuando des el paso de fe y de obediencia”. Damos el paso y Dios hace cosas increíbles.
Una secretaria de una compañía y su esposo un ingeniero exitoso, estaban tomando el entrenamiento de un discipulado de Juventud con una Misión. Se bañaban con una manguera. Iban a ir South Sea. Vino un pastor y les dijo: ¿Ustedes creen en el sacrificio radical? La misionera dijo: “No, creemos en la obediencia radical”.
En Salmo 37:23 dice: “23 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, Y él aprueba su camino”.
Segundo aspecto de la fe de Abraham – Fe generacional y eterna
En Hebreos 11:9 dice: “9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa”.
Abraham era el Padre del pueblo elegido. ¿Por qué Dios eligió a Abraham y lo sacó de Hur de los Caldeos, de Medio Oriente? Dios lo eligió porque era generacional en pensamientos y en acciones.
En Génesis 18:19 dice: “19 Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él”.
Las generaciones futuras heredarían y se volverían residentes permanentes. El hizo todo esto por las generaciones futuras.
Ej. David Livingston- El hombre que abrió el Continente Africano al evangelio. Su cuerpo fue enterrado en la abadía de Westminster en Londres, Inglaterra pero, su corazón permaneció en África. Antes que lo enviaran a Inglaterra, los africanos tomaron su corazón y lo enterraron allí. El entregó su corazón a África. En una sección de diario dice:
“Estuvo en lugares muy pobres, tuvo malaria y le robaron todas sus cosas. Trabajando, predicando, sufrido y solo algunos se convirtieron al evangelio. En su diario habló, trabajo, se esforzó, se sacrificó y dijo: “Un día en este mismo lugar miles se convertirán a Jesucristo”. Cien años después de ese día, Bunckle predicando el evangelio allí mismo, 300,000 africanos aceptaron al Señor en menos de una semana.
¿Quién preparó el terreno para que esto ocurriera? Fue David Livingston con su pensamiento generacional.
En Génesis 22:17-18 dice: “17 de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. 18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz”.
Dejó Hur de los Caldeos, la ciudad más próspera del mundo antiguo. Era el centro de comercio y negocios. Abraham tenía una perspectiva eterna. En Hebreos 11:10 dice: “10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios”. Dios recompensa en la tierra y la mejor de las recompensas nos espera en la eternidad.
Tercer aspecto de la fe de Abraham – Fe que produce milagros.
En Hebreos 11:11 dice: “11 Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido”.
Sara y Abraham recibieron fuerza, Esta misma fuerza en el Nuevo Testamento habla de milagros e intervención de Dios. Sara tenía 90 años y Abraham tenía 100 años y tuvieron a Isaac. La fe se afirmaba en la promesa de Dios y en la fidelidad del que lo prometió.
En Romanos 4:20-22 dice: “20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, 21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; 22 por lo cual también su fe le fue contada por justicia”.
Recibieron un milagro. Juzgaron por justo al que lo prometió. Tenían en su mente la fidelidad del Señor. Salmo 37. Aliméntate de la fidelidad de Dios. Cuando te alimentes de la fidelidad de Dios la fe no es un problema para ti.
Cuarto aspecto de la fe de Abraham – Fe de sacrificios.
En Hebreos 11:17-19 dice: “17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, 18 habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; 19 pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir”.
Dios probó el corazón de Abraham. Le dijo: “Sacrifícame a tu hijo a quien tú amas”. A veces Dios pone su dedo en su vida. ¿Estás dispuesto a dejar esto, si te lo pidió? Dios quiere que estemos dispuestos a dejar lo que sea.
No es bueno que las posesiones nos posean. Uno de los pasos que tenemos que dar es el sacrificio.
Quinto aspecto de la fe de Abraham – Una fe portentosa.
Ofreció a su único Hijo Amado. Todo lo que está en Génesis 22 es una señal apuntando al Calvario.
Isaac
Jesús
Fue por un milagro de un vientre estéril.
Nació por un milagro de una virgen.
Hijo amado a Abraham
Unico hijo amado de Dios.
Tenía 33 años cuando subió al Monte Moriah.
Tenía 33 años cuando subió al Calvario.
Llevó la madera en la espalda.
Llevó el madero de la cruz en la espalda.
Se sometió a la voluntad de su padre.
Se sometió a la voluntad del Padre.
Isaac nació por un milagro de un vientre estéril. Jesús nació por un milagro de una virgen.
Isaac, el hijo amado de Abraham. Jesús, el único Hijo Amado de Dios.
Isaac, tenía 33 años cuando subió al Monte Moriah. Jesús, tenía 33 años cuando subió al Calvario.
Isaac, llevó la madera de la cruz en la espalda. Isaac, se sometió a la voluntad de su padre. Jesús, se sometió a la voluntad del Padre.
Algunos historiadores dicen que el Monte Moriah, es justo el Gólgota. Al tercer día Isaac fue ofrecido y se levantó. Jesús resucitó de los muertos al tercer día.
Cuando Abraham e Isaac subían la montaña, Isaac le dijo a Abraham: “Aquí está el fuego, la leña, la madera, el cuchillo pero, ¿y el cordero dónde está? Abraham le contestó: “Mi hijo, Dios proveerá de cordero”. Abraham estaba listo a enterrar el cuchillo en Isaac. Dios lo detuvo y le dijo: “Ya sé que no me niegas ni a tu hijo amado”. Abraham se volteó y allí había un carnero como sustituto.
Nosotros íbamos a morir por nuestros pecados. El precio del pecado es la muerte pero, se encontró, un sustituto, Su nombre es Jesús. Se ofreció en el altar de la cruz del Calvario para liberación. ¡Qué impresionante Salvador! Al tercer día resucitó para nuestra justicia.
En Romanos 10:9-10 dice: “9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”. Dios te llevará a una relación llamada Salvación. Si nunca le has pedido a Jesús que sea tu Señor, hoy es tu día.
No se trata de un ritual religioso, ni una ceremonia sin pensar. Se trata de caminar, hablar y respirar una relación con Dios. Para que un regalo beneficie al receptor, tiene que recibirlo. Quiero incluir en éste llamado a los que nunca han confesado públicamente al Señor como Su Salvador y también a los hijos pródigos. No juegue en el territorio del enemigo. Mientras más estés fuera, más se endurecerá tu corazón.
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