Palabra de Vida y Esperanza #38
El Salmista se tomó el tiempo de explicar el secreto de la familia y la nación bendecida. Primero, toca el área de la bendición sobre la familia, sobre los hijos. La mayor bendición ver a los hijos bendecidos. Tengan salud emocional, física, vida espiritual. Segundo, habla de abundancia. Cada familia con la prosperidad de Dios. Tercero, el buen funcionamiento de todo lo que tenemos.
El verso 14 dice: “Nuestros bueyes fuertes para el trabajo. No tengamos asalto, ni que hacer salida. Ni grito de alarma en nuestras plazas”. Todo saludable. No solo las cosas que tienes sino que todo funciona bien.
Cuarto, fuera de peligros y de temores. “Ni grito de alarma en nuestras plazas”. Nuestra vida protegida. Que no tengas que salir con miedo. (V.15) dice: “Bienaventurado, feliz, dichoso, el pueblo que tiene esto”.
Entonces da el secreto para ser un pueblo feliz, (v.15) “Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová”. Ahí está el secreto de la bendición. Es Dios el único que puede bendecir. Padres le dan el legado a sus hijos, transfieren la bendición.
No importa como esté la economía, los hijos bendecidos hasta la cuarta generación. Aunque estos hijos quieran huir del evangelio no podrán escapar porque hay promesas sobre ellos. El pueblo cuyo Dios es Jehová está bendecido.
Onassis uno de los hombres más ricos del mundo, cuando su hijo se mató en un accidente, perdió el deseo de vivir. ¿De qué le vale al hombre tener todo el dinero y no tener paz en el corazón? Dios te ha dado promesas, y lo que ponga en tus manos lo va a multiplicar. “El multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas”.
Se van a multiplicar las bendiciones. No solo material, sino que trae paz, gozo. Aunque estés pasando por tiempos difíciles, ese tiempo pasará. “La bendición de Dios es la que enriquece y no añade tristeza”. Te va a bendecir espiritualmente, emocionalmente. Todo funciona bien, todo sale bien. No dije que todo comienza bien, pero, todo termina bien.
En medio de la crisis más terrible, se tornará en victoria. Dios transforma toda maldición en bendición. A Josué Dios le dijo: “Si sigues lo que te estoy diciendo todo te saldrá bien”. No le dijo que no iba a pasar por problemas pero, todo le saldrá bien.
Dios sobre tu vida, tu hogar, tu trabajo, tus finanzas. No importa por lo que estés pasando, si te despidieron, viene un mejor trabajo. Ese pueblo cuyo Dios es Jehová, estará fuera de peligro. No quiere decir que no vamos a pasar por el valle de sombra de muerte. El enemigo quiere destruirte pero, no puede dañarte.
“El que así mismo se cuida el diablo no le toca”. Nada podrá tocar tu casa, tu familia, no hay por qué temer, pero, no puedes caminar como el mundo camina. Serás guardado por el poder de Dios. Cuando las plagas tocaron a los egipcios, Dios protegió al pueblo de Israel. “Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón”.
El pueblo cuyo Dios es Jehová, nada te podrá hacer daño”. Si un pueblo decide no hacer al Señor su Dios, El esconde Su rostro. Lo que va a venir es el mal. Deuteronomio 31:17-18 dice: “Y los abandonaré y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y vendrán sobre ellos muchos males y angustias, y dirán en aquel día: ¿no me han venido estos males porque no está mi Dios en medio de mi? Dios dijo: “Ciertamente Yo esconderé mi rostro en aquel día, por todo el mal que ellos habrán hecho”.
Si Dios esconde Su rostro hay maldición. Donde no está Dios hay caos e incertidumbre. Por eso Moisés dijo: “Si tu presencia no va con nosotros no nos movemos”.
Tres pasos para hacer al Señor su Señor:
- Amarlo con todo el corazón. Cuando lo amas a El con todo el corazón El te va a dar el verdadero amor, para amar a otros.
- Atenderlo. Su voz cuando El te hable obedece. Deuteronomio 30:19 “A los cielos y a la tierra llamó por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición, escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia”.
- Síguelo. Imítalo.
Números 14:21-24 “21 Mas tan ciertamente como vivo yo, y mi gloria llena toda la tierra, 22 todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz, 23 no verán la tierra de la cual juré a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá. 24 Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión”.
Dios ha estado contigo y te ha guardado. La decisión tuya hoy va a terminar lo que va a pasar mañana. Que Dios sea el Señor de tu vida. Te acerques más a Él y le conozcas más a Él.
Deuteronomio 30:20 “20 amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar”.
· Amando a Jehová tu Dios.
· Atendiendo a Su voz.
· Siguiéndole a El, porque El es tu vida.
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