Determinando tu futuro

Palabra de Vida y Esperanza #32

Jabes quiere decir dolor. Fue determinado por su hogar a ser dolor, pero Jabes decidió romper la atmósfera profética negativa, la expectativa de su familia para entrar a determinar en su futuro. El futuro es aquel que determina que seas, si determinas caminar con Dios tu futuro será caminar de gloria y de poder en poder. Jabes fue marcado por el dolor, pero, este hombre decidió quebrar su pasado y determinó su futuro e hizo una oración donde le pide cuatro cosas al Señor.

1-Si me dieras bendición – No importa mi pasado quiero tu bendición. Yo nací en dolor, me llamaron dolor, pero, voy a determinar caminar en las cosas buenas de Dios. No importa tu pasado, puede ser quebrado cuando tu determines hablar en tu presente Palabra de Fe.

2-Ensancha mi territorio – Todos tenemos fronteras, y necesitamos romperlas. Dios es un Dios que te ensancha y te lleva a tierras que nunca pensaste, a hacer cosas que nunca hiciste y a hablar palabras que nunca declaraste. Cuando Abram era llamado, “Padre Elevado” y no tenía hijo, viene Dios y le dice : “No te vas a llamar más “Padre Elevado” sino “Padre de Multitudes” “Abraham”. Durante 25 años caminó con ese nombre. “Padre de Multitudes” y le preguntaban ¿Cuántos hijos tienes? Ninguno.¿Por qué Dios le dió la Palabra Profética y tardó 25 años que se cumpliera? Porque primero Dios tenía que romper las fronteras de su mente, ensanchar su territorio. Cada vez que Dios venía a la vida de alguien le cambiaba el nombre. Jacob quiere decir engañador, pero, Dios le dijo cuando camines conmigo te llamaré Israel que quiere decir príncipe mío. Simón significa junco. Fue cambiado a Pedro que quier decir decir “roca”.

3– Si tu mano estuviera conmigo – Ensancha mi visión, mi fe, mi salud, pero, yo necesito que tu mano esté conmigo. Necesito una experiencia contigo. Si tu no vas conmigo no me muevo. Tu oración para determinar tu futuro tiene que ser: “Dios dame tu bendición, ensancha mi territorio, mis límites, rompe mis fronteras, pero quiero tu presencia, quiero andar en el espíritu, quiero que tu mano camine conmigo cada día”. Cuando camines cada día con el Señor, tu futuro es de gloria en gloria y de poder en poder.

4– Si me guardares del mal – Quiero que me entrenes para vencer al mal, quiero que me hagas un guerrero, para vencer el mal. Dios tiene que despertar el valiente dormido que está dentro de ti. Fuiste creado para dominar. ¿Saben por qué Dios creó la tierra en siete días? En el séptimo día descansó y en el octavo el hombre continuó la obra de Dios. Somos los que continuamos lo que Dios empezó; los que vamos a dominar, sojuzgar, multiplicar y dominar la tierra. El que te engendra te da su apellido, nosotros tenemos el apellido de nuestro Padre, nuestro ADN dice que nuestro Padre es Dios.

Jesús dijo: Díganle a la zorra de Herodes que sane hoy y sano mañana, pero al tercer día concluye mi obra. Eso era profético. 1 día= 1,000 años. Estamos en el tercer milenio. En el tercer día profético estamos en el tiempo donde estamos determinando que la iglesia va a terminar todo lo que Jesús comenzó. No importa el nombre que te pusieron, en la atmósfera profética en que naciste, puedes romper tu pasado y edificar un futuro diferente declarando esta oración.

“Señor dame tu bendición – Voy a buscar las cosas buenas y de los malos voy a andar lejos. Ensancha mi territorio – Dios te va a desafiar a más. Si tu mano estuviera conmigo – Quiero tener una experiencia contigo. Levanta dentro de mí el valiente que va a pelear, a hacer guerra espiritual para aplastar al enemigo. Y me guardares del mal – Está diciendo : “Dame un carácter para batallar contra el enemigo”.”

Y le otorgó Dios lo que pidió. De “dolor” le llamó “Ilustre”. No importa lo que te dijeron, tienes autoridad para que tu futuro sea de gloria en gloria. Rótulos que te pusieron, maldiciones que te hablaron, nombres que tal vez te pusieron. Pero hoy Dios te dice: “La capacidad de determinar tu futuro está en tu boca y en tu espíritu. No permitas que te controlen las circunstancias, obstáculos, fuerzas externas. Cuando Cristo está en nosotros, El es el que debe controlarnos. No escuche lo que la gente dice, sino lo que Dios dice.

No vivas echándole la culpa a los que te hicieron daño, tienes autoridad para pararte como Jabes, y no hacer una oración de lástima sino una oración de autoridad y decir: “Señor dame tu bendición. Ensancha mi territorio, mi visión, mi fe, mi servicio, mi capacidad de amar, rompe mis límites, sácame de mis fronteras, porque todo lo puedo. Enséñame a batallar contra el malo y tenerlo bajo la planta de mis pies.

Antes mirabas el futuro como algo desconocido. Ahora lo vemos con esperanza. Lo mejor está por venir. Mi futuro está asegurado. El futuro se determina tomando decisiones hoy. Cuando te concentras en el futuro puedes enfrentar los problemas. La palabra final la tiene el Señor y El está a tu favor. “En el Reino de Dios nada se pierde; todo se transforma”. ¡Determina tu Futuro! ¡HAZ PACTO Y COMPROMISO!