Gracia para tiempo de conflictos

Muchos preocupados por el mañana. Tensión, preocupación no os afanéis. Distintas reacciones ante las pruebas. De vez en cuando no entendemos. A veces creemos que si oramos con suficiente fe en Dios, con la debida intensidad, todo se va a resolver, sin embargo, nada cambia.

Pasaje cumbre, pináculo de toda la Biblia……“Bástate en mi gracia”. Todos experimentamos dolor físico, dolor emocional, rotura de lazos, pérdida de un ser querido, todo tipo de dolor. ¿Qué papel juega la gracia de Dios en la situación donde estamos? ¿Dónde está la gracia de Dios cuando nada cambia? Hemos obedecido y ¿dónde está Dios cuando las circunstancias no cambian? ¿Qué de la gracia de Dios? ¿Qué de mi sufrimiento, dolor, adversidad, mi pena? Cuando hemos orado y parece que nada cambia.

2 Corintios 12:7-10 habla de que Pablo había recibido grandes revelaciones. O este hombre nos engaña o sabe que algo que los creyentes ignoramos. “Estoy contento con estas debilidades…”. ¿Cómo puede estar contento con cosas como éstas?

Tres principios importantes:

1. La gracia es la respuesta a Dios a nuestra pena y aflicción. El puede o no cambiar mis circunstancias. Dios no garantiza cambiar mis circunstancias pese a lo doloroso que sean. Pablo habla del aguijón que era una estaca que terminaba en punta y se colocaba alrededor del enemigo para protegerse de que los
atacaran. Allí estaba por algún motivo. Pablo iba a ciudades y los enemigos iban
detrás. Vivió Pablo con ese aguijón.

A veces Dios responderá a nuestras oraciones o actos de obediencia. A veces lo hace como resultado de nuestra oración y obediencia. No siempre lo hace de esa manera. Cualquiera que diga que Dios siempre contestará está equivocado. La razón por qué no cambia las circunstancias no es porque nuestra fe es débil o no hemos orado lo suficiente y por mucho tiempo, o que no amamos a Dios. Esa no es la razón.

¿Qué es lo que determina que Dios cambie o no? El factor determinante es: ¿cuál es su propósito? Pablo oró tres veces: “Remuévelo”. Por algún motivo Dios no lo removió. Un hombre con tremendas responsabilidades, no le removió el aguijón. Se trata de un hombre que viajaba, predicaba. En Listra lo apedrearon y lo dejaron casi muerto. Dio todo lo que tenía. Dios no le removió el aguijón. ¿Con qué propósito? A fin de mantenerlo en la balanza de la humildad, para evitar que se enalteciera.

Si te llenas de orgullo, te ensoberbeces, te llenas de egoísmo, te enorgulleces hablando de lo que sabes. “Pablo: si no te mantienes humillado, de rodillas, débil totalmente dependiente de mí, no se cumplirá mi propósito. Mi propósito es mayor en tu vida”. Todo acontece conforme al propósito de Dios. Su propósito
requerirá que allí permanezca.

No se trata si Dios tiene el poder para remover, sino ¿cuál es su propósito. Lo amo suficiente y anhelo su voluntad más que mi tranquilidad. Muchos han aprendido esa lección. Es la tormenta intensa en extremo, dolor espantoso. ¿Por qué Dios no cambia esto, no atiende mis necesidades? La razón de Dios de no
concedernos lo que le pido es mucho mayor que la razón mía de pedirlo.

El atiende mis necesidades haciéndome descansar en Su gracia. ¿Cuál es la mayor exhibición de su poder? Cambiar todo o fortalecer, dejar que Su vida fluya a través de nosotros es la mayor exhibición de su poder. La gracia es la respuesta de Dios a nuestra pena y aflicción.

2. La gracia de Dios es el método de Dios para demostrar su amor y poder en circunstancias que quizás El cambie o no cambie. En 2 Corintios 12:9-10 Pablo habla de que se le fue dado un aguijón. “Bástate en mi gracia”. “Me glorificaré en tus debilidades”. Cuatro veces habla de su debilidad. Por ese aguijón se dio cuenta de su insuficiencia física y emocional, su debilidad y su dependencia absoluta de Dios.

Cuando soy débil algo sucede dentro de mí. Isaías 40:31 dice que los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas, que levantarán alas como las águilas, que correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán. Entrelazar la debilidad con la fortaleza de Dios. Dios va a entrelazar su fuerza con tu debilidad.

Tres veces le pidió a Dios que se lo quitara. En esas circunstancias adversas Dios demuestra su amor hacia el. Mi gracia es: Te amo Pablo, por eso he dejado eso así. Mas que tu placer, mas que tu comodidad, mas que tu sanidad, ¿estás dispuesto a sufrir por amor a Dios y a otros? ¿Estás dispuesto a llevar cargas que resultarán en que la carga de otro sea quitada?

Sufrir cuando sabe que ese sufrimiento será de bendición a otros. Somos muy egoístas. No me metas en eses triangulo de dolor. Estoy dispuesto a ayunar a hacer lo que sea. Dios, quiero ser espectador de la pena, dolor de otros. Dios dice NO. Cuando quieres cumplir mi propósito, tienes que sufrir, te va a dar dolor, vas a sangrar. ¿Cuánto tiempo va a estar allí? Solo Dios lo sabe.

Dios permitirá muchas cosas que no puedo entender. ¿Me voy a enojar? No tengo que saber el por qué. Sino permanecer con la actitud correcta. Si permites esto, tienes un propósito fantástico y siempre es el mejor. Dios es bueno. Nos trata amorosamente, con ternura, equidad. ¿Amor o aguijón? Más importante que lo que sienta es lo que sabemos, el conocimiento de la verdad.

Tenemos que mantenernos firmes. Las olas con toda su furia y violencia atacan la roca. Bajo la gracia de Dios, como es peñasco o roca, no hay ola que el enemigo levante que nos pueda destruir. Así es un santo que vive en la gracia de Dios. No hay una ola que Satanás pueda enviarle que te pueda sacar de la voluntad de Dios y Su gracia.

Gracia=charis=de la misma raíz que gozo. Chairo=regocijarse. Charis causa regocijo. Sinónimo de favor inmerecido. Bendición, don gratuito. La gracia es la respuesta de Dios a nuestra pena, dolor y aflicción. La gracia es el método de Dios para demostrar su amor y poder en circunstancias que quizás El cambie o no cambie.

3. La gracia de Dios es lo que El suple para nuestro contentamiento, gozo y paz en tiempos de dolor, angustia y dificultad. Su gracia suplirá gozo en medio de todo eso. “Jamás en las luchas le habré de dejar”. “Yo nunca dejaré al Señor”. Pensamos que lo que nos trae gozo es la ausencia de esas circunstancias. Pablo gozándose con insultos, pruebas, dolor, angustia que al fin produce contentamiento. No es racional, no tiene sentido común. No es lógico.

¿Sabe por qué no lo es? El Señor Jesucristo que vive dentro de nosotros es mayor que todo eso. Cristo libera y manifiesta su vida por medio de nosotros. No hay lucha, prueba, angustia mayor que lo que la gracia dentro de nosotros suple. “Bástate mi gracia”.

¿Cómo describe el origen de ese contentamiento? Es Cristo dentro de nosotros. Solo confiando en la vida de Cristo dentro de nosotros. Palabras claves en la teología de Pablo: “En Cristo”. La gracia de Dios es la fuente, el origen de todo lo que necesitamos. He aprendido algo superior a que Dios cambie mis circunstancias.

Cristo dentro de mi es superior a todas mis circunstancias adversas, y entonces la vida de Cristo fluirá de dentro de nosotros. Isaías 43:2 dice que cuando pases por la llama no arderá en ti. La llama no puede dañarte si en medio del fuego te ordeno pasar. En el oro más puro, será pues, solo la escoria se habrá de quemar con el fuego. Su gracia es mayor que cualquier situación, necesidad, prueba. Su gracia nos basta. Dios está haciendo algo más grande.

“Su gracia es mayor, si las pruebas aumentan. Si la lucha es más cruel. Si más son las penas, mayor es Su gracia. El tiempo ha llegado en que Dios obrará. Su amor no termina, Su gracia no acaba. Un límite no hay al poder de Jesús. Y de sus inmensas riquezas en gloria, abundan sus dones, abunda Su amor”.

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