Prisioneros de Esperanza

Jacob entra a Egipto con setenta personas. Jacob murió y José también de 110 años. Vino una nueva generación y otra generación y todos tenían la promesa de que entrarían a la tierra prometida.

Durante 430 años estuvieron en cautiverio en Egipto. Moisés recibe una Palabra para liberar al pueblo. Dios les anuncia que viene liberación. Moisés estaba negociando con el Faraón. Luego vinieron las plagas hasta que Faraón se enoja y cierra la puerta. Le dice: “No verás más mi rostro”.

Dios le dice a Moisés: “Este mes será el primer mes del año para su liberación. El día 14 ofrecerán un cordero en sacrificio. Salieron las huestes de Israel de Egipto. “Los sacó con plata y oro y no hubo en sus tribus enfermos”. Les pagaron retroactivo los 430 años sin paga.

En el Mar Rojo muere el ejército del Faraón. Nunca más volvieron a ver su rostro los egipcios, entonces, vino la liberación. En el desierto, el pueblo recibió los Diez Mandamientos y las instrucciones para construir el Tabernáculo y el Arca. Moisés enseñó acerca de las ofrendas, diezmos y pactos.

Cuando ya estaban listos envían los espías a reconocer la tierra. Regresaron con un racimo de uvas y granadas. El racimo de uvas era una señal como la nube. Había ciudades gigantescas amuralladas. Muchos se quejaron, no creyeron y se desanimaron. Hay una tierra que fluye leche y miel pero perdieron la esperanza.

La advertencia sigue en pie sobre las cosas que han de venir. De los más no se agradó Dios. Tres grupos de personas que no entraron:

  1. Los incrédulos. Ven los gigantes más grandes que las promesas de Dios.
  2. Los que se quejan contra Dios. Él es bueno, es fiel y no va a faltar a una de ellas. “El cielo y la tierra pasará….”. Alguien que se queja dice que Dios es mentiroso, que no es fiel. Algunos no se atreven quejarse contra Dios. Se quejan contra la iglesia, contra el Pastor.
  3. Los que se desaniman. Martin Lutero dijo: “El arma más costosa que Satanás tiene es el desánimo”. Usted dice: “El año se terminó y no se han cumplido aquellas promesas”. Pero, el cielo no está en quiebra ni en recesión, ni en crisis. Muchos sienten que sus fuerzas están cayendo y su esperanza se ha ido. La Palabra que hablé se cumplirá pronto. Los que se desanimaron no entran y los que desaniman a otros mueren de plagas.

En Zacarías 9:12 dice: “Alégrate oh Hija de Sión. 12 Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble”.

El desánimo habla de temor al futuro. Se pierde la fuerza, la visión y la confianza. Es cuando dices: “No se puede. Todo saldrá mal”.

¿Cómo vencer el desánimo?

  1. Unifique esfuerzos y metas.
  2. Dirija su atención siempre al Señor.
  3. Mantenga el equilibrio entre las acciones y la oración.
  4. Desarrolle ministerio de servicio que estén pendiente a las necesidades de los demás y que sean suplidas

¿De qué eres prisionero? ¿Del temor, de la duda, de la incredulidad, del desánimo? Dios te dice: “Prisioneros de esperanza, Yo es restauraré el doble”. Zacarías 9:1

En 1 Samuel 30:19 dice: “19 Y no les faltó cosa alguna, chica ni grande, así de hijos como de hijas, del robo, y de todas las cosas que les habían tomado; todo lo recuperó David”.

En Isaías 42:22 dice: “22 Mas este es pueblo saqueado y pisoteado, todos ellos atrapados en cavernas y escondidos en cárceles; son puestos para despojo, y no hay quien libre; despojados, y no hay quien diga: Restituid”.

El pueblo de Dios en lugar de pararse y recuperar lo perdido, abierta al despojo, quejándose. Aquí estamos para dar la orden de restitución sobre tu vida. Dios va a restaurar porque su palabra lo promete. Dios va a restaurar lo que te ha sido quitado. Dios va a restaurar no solo lo que perdiste sino más.

¿Qué es restauración? Lo que era tuyo conforme a la voluntad de Dios te será devuelto en mayor cantidad y calidad. Los cristianos nos desalentamos porque desconocemos la doctrina de la restauración. Si conocemos que lo que perdimos será devuelto en mayor cantidad y calidad, entonces las pruebas serán enfrentadas con fortaleza. Zacarías 9:12 “Volveos a la fortaleza, oh, prisioneros de esperanza: hoy también os anuncio que os restauraré el doble”.

¿Qué le pasó a Job? “10 Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job”. Job 42:10. La doctrina de la restauración y restitución se aplica. Todas las cosas el doble. Tal vez sufriste abandono, confusión, vergüenza, humillación.

“7 En lugar de vuestra doble confusión y de vuestra deshonra, os alabarán en sus heredades; por lo cual en sus tierras poseerán doble honra, y tendrán perpetuo gozo”. Isaías 61:7 Doble honra. Fuiste humillado, avergonzado, rechazado, Dios te dice que te va a restaurar doble honra. Doble en honra, en gozo, en ministerio, en unción, en dinero. Restaura no solo lo que perdiste sino en mayor cantidad y calidad. Eliseo, siervo de Elías recibió la doble porción de su espíritu.

Si sabes que lo que perdiste será devuelto, entonces podrás enfrentar todo con fortaleza. En Joel 2:25 dice: “25 Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros”. Él va a restituir, el tiempo, los años, los afectos, las oportunidades, el
dinero.

En Zacarías 9:12 dice: “Alégrate oh Hija de Sión. 12 Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble”. Aunque no lo vea, no lo sienta, soy prisionero de esperanza. Tengo la convicción, la certeza basada en la Palabra de Dios.

Sé anticipadamente qué va a suceder. Dios es fiel y responderá a su tiempo. La fe y la paciencia nos sostienen. No deje que el enemigo le robe la esperanza. No lo veo, no lo siento pero tengo la luz de Su promesa. Dios lo hará.

Eliseo estaba en una región situada en Samaria. Eliseo dijo: “Mañana a estas horas habrá comida en Samaria”. El príncipe cuyo brazo el Rey se apoyaba dijo: ¿Si se abrieren ventanas en el cielo, sería esto así? Él renunció a la esperanza.

Nunca renuncies a la esperanza. El que renuncia no lo ve. “Alégrate oh Hija de Sión. Da voces de Júbilo”. Saldrás de la noche oscuridad, viene el amanecer. No te rindas, pues vendrá la mañana. Mi Dios se levantará por mí. Renuncio a la incredulidad, a la duda, a la queja, al desánimo. Sendas Dios hará.

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