La promesa de su presencia

Hay algunos aspectos en nuestra relación con Dios que tenemos que conocer. El Evangelio según San Mateo fue escrito especialmente para el pueblo judío. Los primeros versos hablan del linaje de Jesucristo a partir de Abraham. Jesús salvará a su pueblo de sus pecados. ¡Cuan grande es la promesa! Emanuel, Dios con nosotros, es la promesa de Su Presencia.

¿Por qué nos creó Dios? Quiso tener hijos que vivieran en este planeta que Él había creado. Para que le glorificáramos, honremos y Él mostrarnos su grandeza y gran poder. Si su vida no le glorifica, está fracasando para el propósito para el cual Él los creó. No importa de donde venga, Dios le creó para sí mismo. El impacto de su nombre Emanuel, Dios con nosotros. ¿Cómo Dios recalcó esta verdad con sus siervos y la nación de Israel?

Josué – Dios había hecho grandes cosas por medio de Moisés. Sacó al pueblo de Egipto, los guió por el desierto. Fue al Monte Sinaí, Dios les prometió la Tierra Prometida, pero, por su incredulidad estuvieron 40 años dando vueltas en el desierto. Después de la muerte de Moisés, Dios le habla a Josué “Mi siervo Moisés ha muerto” (Josué 1:5).

Dios le dice a Josué que su promesa de acompañarle es confiable. “No te dejaré pase lo que pase”. Si puedes confiar en Mi Palabra. Jehová, Jahvé, Elohim es quien hace la promesa. Jehová le da un mandamiento a Josué (v.9). Lo más importante de todo lo que voy a hacer en tu vida es que voy a estar contigo. “No te dejaré ni te desampararé”.

David- David supo de esa clase de relación en el Salmo 23. Presencia de Dios, consciente de Su Presencia. “Aunque camine en el valle de sombre de muerte, no temeré mal alguno porque Tu estarás conmigo”. Ejemplo de esto: Isaías 41:9-10 “9 Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. 10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”

Palabras de seguridad y de confianza. Que comprendamos en la vida diaria que Dios está con nosotros. El ángel le habló a José como “el cumplimiento de las palabras de Isaías”. Dios quería que su pueblo tuviera presente Su presencia. El pueblo cautivo por Faraón en Egipto Dios llamó a Moisés y le dijo: “con esta vara harás señales”. Vara= símbolo de identidad, finanzas, influencia. Moisés miraba la vara y le recordaba al Dios Todopoderoso y Omnipotente. Todo esto era símbolo de la Presencia y Soberanía del Dios Omnipotente.

El pueblo de Israel no tenía el mismo concepto, no lo veían como nosotros. Para ellos el Dios, Trascendental, Santo, Justo y Perfecto estaba lejano. Dios no solo una figura transcendente. Presente= habita con y en nosotros. Que reconozcamos que venga lo que venga Dios siempre está presente en y con nosotros. Dios quería que su pueblo estuviera consciente de Su Presencia.

Juan 1:14: “Aquel Verbo…” Dios en carne humana vivió entre nosotros. Vino a caminar entre la raza humana con un cuerpo humano, físico. También con Su Omnipresencia. Dios tomó cuerpo. El cuerpo que tenía era Dios, perfecto hombre. El Dios que tomó ese cuerpo es Perfecto Dios. Jesús dijo ante de la crucifixión: “16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre” (Juan 14:16). Compartió la verdad. Emanuel, Dios con nosotros. Algo que no habían conocido.

Juan 14:17 – “17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros”. Ese Consolador es el Espíritu Santo de Verdad al cual el mundo no puede recibir porque no le conoce, estará con y en nosotros.

Jesús dijo: “Me voy, pero, voy a enviar al Consolador”. Somos salvos, Jesucristo viene a vivir con nosotros por medio del Espíritu Santo. Su responsabilidad es vivir por medio de nosotros la vida de Jesucristo. El ser lleno del Espíritu Santo es reconocer la vida de Jesús que vive en nosotros. No es suficiente que Cristo haya vivido entre los hombres, si Cristo no habitara en nosotros, de nada serviría.

Juan 10:10, Cristo manifestando su vida en nosotros y por medio de nosotros. Una relación que ni Moisés pudo tener. En nuestro interior con toda Su Omnipresencia. La venida de Jesucristo, Dios con nosotros, vino a restaurar la relación con Dios. Jesús hizo posible la comunión y unión con el Padre Celestial.

Este Dios por medio de la sangre de Jesucristo ha escogido vivir en nosotros. No estaba satisfecho con vivir en el cielo. Quiso vivir en la tierra con nosotros. No solo borrar nuestros pecados, sino vivir una relación y una vida íntima con nosotros. El hecho de que Dios vive en nosotros transforma los temores en valentía, ansiedad en paz, tentación y prueba en palabra de aliento de alguien que nos pueda ayudar.
Lo que más necesitamos es la Presencia de Dios. Solos y deprimidos; necesitamos de la Presencia de Dios. Comprende ¿por qué es tan importante Su Presencia? Con y en nosotros. Esa persona de Jesucristo no solo nos salvó, sino que nos ha dado la plenitud del Espíritu Santo.

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